Alexandra Cortese
MSc. en Comunicación Corporativa y Manejo de Reputación
¿Será que en 5 o 10 años voy a ser reemplazada por una IA? En mi rubro, la llegada de inteligencias artificiales que redactan, editan, diseñan, producen, que organizan trabajos y hasta transcriben reuniones, nos hacen preguntarnos que tan necesarios serán nuestros servicios en un futuro, ni siquiera tan lejano. ¿Seguiremos vigentes? ¿Cómo podemos evolucionar para seguir siéndolo? Esta es una realidad para casi todos los profesionales del conocimiento.
Hace unas semanas terminé de leer el libro “Enfócate” de Cal Newport, que habla, entre otros temas, de lo mencionado en el párrafo anterior y de como podemos destacarnos en un futuro donde las máquinas hacen nuestros trabajos de forma más eficiente, precisa y económica que nosotros. Cal menciona a dos nuevas aptitudes para prosperar en la nueva economía: la aptitud para dominar rápidamente cosas difíciles y la aptitud para producir en un nivel superior, tanto en lo concerniente a calidad como a velocidad. El “karaku” de la cuestión es cómo lograr estas aptitudes en una era donde además de las IA, reina la dispersión y la adicción al entretenimiento. Aquí les dejo algunos tips extraídos del libro y de otras lecturas sobre el tema:
1- Conciencia sobre el uso de nuestro tiempo: para lograr estas aptitudes, necesitamos organizar nuestro tiempo de manera tal a tener lapsos de concentración sin interrupciones. Si no organizamos la agenda para generar estos espacios, muy difícilmente podremos disponer de ellos.
2- Ritualizar los tiempos de trabajo profundo: una vez que logramos bloquear nuestra agenda y disponer de espacios de tiempo para pensar, tenemos que generar un setting que no nos deje dispersarnos. Pensar es como hacer ejercicio, es más fácil entrenar en un gimnasio equipado con un horario definido, a hacerlo en casa sin rutinas ni un espacio que invite a hacerlo.
3- Respetar los tiempos de descanso: nuestra mente necesita descansar para poder producir con calidad. Responder correos de noche, no desconectarse del todo, solo hacen que nuestra mente siga trabajando a una velocidad reducida y sin lograr bien ni lo uno ni lo otro.
4- Aprender a aburrirnos: el tip más importante y difícil. Aburrirnos significa limitar el uso de las redes sociales y otras plataformas que nos distraen. Somos adictos a este tipo de entretenimiento que nos deja bajo valor, es decir, nos colabora poco en cuanto a crecimiento y nos soca la capacidad de concentrarnos durante periodos más largos. Ponernos horarios de uso de redes sociales puede ser un buen inicio.
Para cerrar, voy a tomarme el atrevimiento de divagar un poco sobre el ultimo punto.
Te tiro el siguiente desafío: en una sala de espera o en una fila, ¿cuántas personas ves que estén esperando sin mirar alguna pantalla? Pocas, no? Las redes sociales casi hipnóticas lograron que nos volvamos incapaces de estar ni dos minutos sin hacer nada y en consecuencia ya no podemos observar y analizar lo que pasa a nuestro alrededor. Esto hace que nuestra atención sea también cada vez más dispersa; un ejemplo de esto son los videos; antes los recomendábamos de hasta un minuto, hoy, si duran más de 30 segundos, ya son largos.
Hace unos años leí un libro de ficción que me marcó: Brave New World de Aldous Huxley. Esta novela representaba un mundo donde vivíamos casi como robots y donde pensar estaba reservado solo para la más alta casta. ¿Será que estamos caminando hacia un futuro parecido? ¿Será que las IA harán el trabajo de “las masas” y éstas terminaremos viviendo en burbujas de hipnotismo?