Diego Marconatto
Profesor de la Fundação Dom Cabral, Brasil
Lo que hasta hace pocos años era simplemente una fantasía de películas de ciencia ficción se ha vuelto realidad. La inteligencia artificial (más comúnmente referida por su sigla en inglés, AI) ha llegado con toda su fuerza y ya está causando cambios tectónicos en varios aspectos de la vida humana, incluyendo la economía y los negocios.
Realmente, la supervivencia y el éxito dependen en gran medida de cómo usted y su negocio se posicionen dentro de esta nueva revolución.
La AI es extremadamente disruptiva por varias razones. La principal es la combinación de la eficiencia productiva de las máquinas con la plasticidad cognitiva que antes estaba monopolizada por la mente humana. Hoy en día, puede poner a la AI a realizar trabajos que el año pasado solo podían ser realizados por personas capacitadas. Tan importante como eso, estos programas tienden a realizar muchas de estas tareas con una rapidez y precisión infinitamente mayores, mientras que solo representan una pequeña fracción de los costos implicados en la contratación de empleados.
Las aplicaciones de la AI y sus implicaciones en la vida humana y los negocios son tan vastas que aún no podemos saber hacia dónde llegaremos. Hoy, las únicas certezas que tenemos son que el mundo que conocemos cambiará radicalmente y que los negocios se dividirán en dos grandes grupos: aquellos que utilizarán activamente la nueva tecnología y aquellos que serán eliminados por ella.
Esto no es una exageración. La AI ya está impactando y, en muchos casos, eliminando actividades puramente humanas que siempre han requerido niveles significativos de inteligencia: maestros, correctores de textos, analistas, operadores logísticos y financieros, médicos, abogados, etc.
En los negocios, la AI está causando una revolución aún mayor. Estamos en la era de la información y la AI ofrece una capacidad única para recopilar, procesar y extraer sentido y valor de volúmenes gigantescos de datos. Las ganancias en inteligencia, productividad y, por lo tanto, competitividad, son enormes. En consecuencia, los negocios basados en AI destruirán a las empresas analfabetas en esta nueva tecnología. Será como poner un Ferrari al lado de una bicicleta. Son dos mundos completamente diferentes.
Todos los negocios deben comprender lo antes posible cómo la AI puede ayudarles, al menos, en los dos siguientes aspectos:
  • Aumento de la productividad y calidad. La AI puede automatizar rutinas y procesos complejos, brindando poderosos beneficios: a) reducción drástica de costos; b) aumento de la calidad, c) consistencia, d) velocidad de los procesos y servicios internos y externos del negocio, e) mayor satisfacción del cliente, (f) como consecuencia, aumento de la capacidad de escalabilidad del negocio. Verifique las tecnologías de AI disponibles para automatizar todo lo posible en su negocio. Muchas de estas herramientas tienen costos bajos o incluso insignificantes.
  • Apoyo a la toma de decisiones. La AI aún no toma sus decisiones clave (¡al menos por ahora!). Pero ciertamente puede ayudarlo a ver más lejos y con más detalle para que acierte cada vez más en sus elecciones. Hay soluciones digitales disponibles que analizan grandes cantidades de datos en tiempo real. Al mismo tiempo, los informes que antes tardaban horas, días o incluso meses en estar listos ahora pueden construirse en pocos minutos, no pocas veces.
La optimización de estos dos pilares, fundamentales para todos los negocios, aumentará drásticamente la competitividad de los negocios versados en AI. Su capacidad de marketing y ventas, desarrollo de nuevas soluciones, nivel de servicio al cliente, gestión de talentos, gestión de operaciones y control... Todo aumentará drásticamente. Tan drásticamente que aquellos que se queden fuera tendrán pocas posibilidades de sobrevivir.
Es hora de moverse. Y este movimiento, crucial para las empresas que buscan alcanzar niveles superiores de resultados, es parte de lo que FDC entrega a los negocios cada año.